Hoy quiero compartir con vosotro@s este pequeño poema
Un océano amarillo de suaves olas
mecidas por la manos invisibles de la brisa.
Un hombre cabalga haciendo surfing
sobre sus alpargatas de campesino.
Al fondo, como contrapunto,
rebaños de nubes se alzan en el azul del horizonte
y entre medias, una boscosa colina
intenta teñir de oscuro el
luminoso atardecer
interponiéndose como una sombra de discordia
entre dos amantes imprescindibles: trigo y sol,
con sus colores primarios azul y amarillo,
y en su conjunción, la verde amalgama de los dos.
¡Dios impartiendo clase de pintura!
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